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PRESA DE JÁNDULA Y LA CANALIZACIÓN DEL
GUADALQUIVIR |
5/9 |
Victor M. Galnares del Coso |
Nuria García Redondo |
Ángel Gutiérrez Abad |
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7. DOS DE ONCE |
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En 1926, la ROP presentaba un detallado
artículo de la canalización y aprovechamiento energético
del Guadalquivir. Era la culminación de la gran atención
que esta publicación prestó a tan vasto proyecto desde un
principio.
Como ya se mencionó entonces, la geología del río era
especialmente difícil de afrontar. Se precisaban
cimentaciones muy profundas, que encarecían enormemente el
proyecto. A esto se sumaba el régimen torrencial del río.
Las presas que existían en aquella época en el
Guadalquivir no superaban los 3 m., y los intentos por
ampliar estas dimensiones habían sido infructuosos.
El paramento está
forrado de sillarejos de granito. En el centro el torreón
con sus lucernarios circulares, los arcos de medio punto
del paso y el balcón del rey desde que se domina el cauce.
ROP |
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El primer escalón era la presa de Alcalá del
Río. Con un salto máximo de 8 m., tenía una potencia de 7.600
kwa. Se trataba de una presa móvil con compuertas metálicas. Las
obras comenzaron en el verano de 1928. La central entró en
servicio dos años después.
Canalización y Fuerzas no construiría ningún peldaño más. En
1929 paralizó su programa de obras. La grave crisis económica
mundial, unida a la inestabilidad política y social que se vivió
en España al término del período de Primo de Rivera, llevaron a
esta Compañía a una difícil situación económica. En abril de
1935, la Junta General Extraordinaria de accionistas decide
fusionar Canalización y Fuerzas a su empresa matriz. |
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Transcurridos los años de
la Guerra Civil, Mengemor se ve en
la obligación de retomar el |
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Presa hidroeléctrica de
Cantillana en construcción |
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proyecto de navegabilidad. Pero las condiciones han
cambiado muy negativamente. La empresa se halla en una
etapa económica precaria. Existe un bloqueo internacional
a España, que impide importar equipos y materiales
imprescindibles. Finalmente una fuerte sequía, unida a las
cada vez mayores extracciones de agua del Guadalquivir
para riegos, restan todo atractivo hidráulico al
aprovechamiento del río. El Estado parecía haberse
desentendido de la navegación, por lo que se le solicita
la rescisión de la concesión. En junio de 1946 se
desestima la petición, se establece el calendario de
ejecución de los próximos escalones y se fija el mes de
marzo de 1970 como fecha de conclusión de todo el proyecto
de canalización.
Paramento aguas
arriba. A la derecha del torreón, en la baranda de la
coronación se aprecian los ocho tornos de los desagües de
fondo.
ROP |
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Mengemor se ve conminada a comenzar las obras
del siguiente peldaño, Cantillana, en enero de 1948. Es una
presa muy similar a Alcalá del Río, con unas condiciones
geológicas y técnicas parejas. Aun con estas semejanzas. debido
a los mencionados problemas de inversión y equipos, su coste
multiplicó casi diez veces el del primer salto. La central entró
en servicio ocho años después. |
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Publicación de
Cía. Sevillana de Electricidad |
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En marzo de 1950 debían comenzar las
obras de las siguientes presas. Ante el revés económico de
Cantillana, y los previsibles desastres financieros del
resto de las obras, Mengemor se adelanta a la jugada. En
1949 presenta una modificación al proyecto de esclusas. Se
propone la solución de un canal lateral excavado, por el
que circularía el tráfico fluvial. Esta idea había sido
expresamente desechada en el plan original por el alto
coste que suponía su ejecución y sobre todo el
mantenimiento. Ahora se aducían razones técnicas para
defender su viabilidad. Se justificó la propuesta
basándose en los importantes avances tecnológicos que los
medios de excavación habían experimentado en las últimas
décadas. De esta forma construir un canal artificial sí
resultaba ahora económicamente factible. La Administración
accedió al cambio del proyecto y Mengemor lograba así una
moratoria en sus obligaciones. |
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A finales de 1951, Mengemor se fusiona con
Sevillana de Electricidad, y traspasa a ésta la responsabilidad
de la canalización. Pero la navegación del Guadalquivir era ya
una idea arrinconada. En 1964, el Estado renuncia oficialmente a
la navegabilidad del río. Los hechos apuntan a que nunca hubo
especial interés en esta alternativa de comunicación. Alcalá del
Río llevaba más de treinta años terminada, y la esclusa, que era
competencia estatal, aún no era operativa por carecer del
equipamiento preciso. El programa quedaba parcialmente
suspendido, y no se volvería a retomar nunca más. |
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