PRESA DE JÁNDULA Y LA CANALIZACIÓN DEL
GUADALQUIVIR |
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Victor M. Galnares del Coso |
Nuria García Redondo |
Ángel Gutiérrez Abad |
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Vista desde la central
eléctrica, coronación de la presa del Jándula, en forma
almenada. En el centro, el torreón asemeja la Torre del Homenaje
de un castillo medieval
ROP |
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Ya presentado el proyecto de
canalización al Ministerio, se comprobó la necesidad de
contar con una gran reserva hidroestival. Ésta era precisa
para salvar los fuertes estiajes del Guadalquivir que
presentaba variaciones del caudal de 1 a 900.
Los estudios previos de esta presa avanzaban
metódicamente, hasta que súbitamente en diciembre de 1920
apareció en los boletines oficiales de Jaén, Córdoba y
Sevilla una petición de aprovechamiento del salto de pie
de presa del embalse de Jándula. Esta solicitud iba
firmada por los señores Joaquín Benjumea, Jorge Silvela,
Manuel Loring y el Conde de Mieres. Tras ellos estaba la
Compañía El Chorro, competidora de Mengemor en el mercado
andaluz.
Joaquín Benjumea y
Burin, conde de Benjumea
Pte. del Chorro 1937-1939 (archivo Oronoz) |
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La compañía Mengemor tenía un plazo oficial
de treinta días para presentar un proyecto en competencia. En
tan breve tiempo concluyó los estudios y presentó oficialmente
la demanda de concesión. |
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Obligaciones de la
Cía. Mengemor (CSE) |
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Obligaciones de la
Cía. Hidroeléctrica del Chorro (CSE) |
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Con esta polémica discurrieron casi cuatro
años. Por fin la lucha entre ambos peticionarios quedó saldada
en junio de 1924, gracias a la mediación del Conde de los
Gaitanes. La concesión de la presa se sumó así al expediente de
Canalización y Aprovechamiento de Energía entre Córdoba y
Sevilla.
El segundo gran obstáculo era de índole burocrático y económico.
En efecto, la solicitud de concesión del aprovechamiento de
Jándula no era igual a otras similares. El Estado había
construido pantanos en consorcio con Sindicatos o Asociaciones
de Regantes, basándose en las prescripciones especiales de la
Ley de Pantanos de 7 de julio de 1911. Por ellas los Sindicatos
aportaban el cincuenta por ciento del coste de construcción y el
Estado el resto. Tanto el salto como las obras pasaban a ser
propiedad de los regantes. Para el Estado quedaba el beneficio
de la mejora que las regularizaciones del régimen reportaba a
los aprovechamientos de energía aguas abajo, con los cuales el
Estado podría concertar un canon adecuado.
La propuesta hecha por Mengemor era más favorable para el
Estado. La compañía aportaba el cincuenta por ciento del coste
sólo por el aprovechamiento de pie de presa. Además construiría
la obra y se haría garante de coste máximo. El agua una vez
usada en la turbina era propiedad del Estado, que podía
concertar su futura utilización para el riego.
Esta propuesta tan ventajosa para el Estado levantó
desconfianzas en círculos oficiales ante el altruismo del
proyecto. De ahí la lentitud de los procedimientos
administrativos. La demora se prolongó aún más por la
instauración de la Dictadura de Primo de Rivera. Al ser
disueltas las Cortes ya no cabía la posibilidad de autorización
de la concesión por parte de éstas.
Fue definitivamente un Decreto Ley de concesión el que dio
término al expediente. Era el 29 de abril de 1925. El Decreto
fue publicado en la Gaceta el 1 de mayo. |
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5. CANALIZACIÓN Y FUERZAS DEL GUADALQUIVIR |
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El proyecto de navegabilidad del Guadalquivir
superaba con creces la capacidad financiera de Mengemor. Para
poder afrontarlo, se decidió fundar una compañía independiente,
y capitalizarla adecuadamente. |
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Pantano de Chorro (F.
Benjumea) |
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Así nace la entidad Canalización y Fuerzas
del Guadalquivir. Era una compañía anónima filial de Mengemor.
En ella participaron dos grandes bancos, el Central y el
Vizcaya, además de la empresa eléctrica El Chorro, en
compensación por su renuncia a la concesión de Jándula. En el
Consejo de Administración quedaban representados los fundadores,
además de estas instituciones.
La escritura de su fundación tuvo lugar el 18 de julio de 1924,
con un capital inicial de veinte millones de pesetas.
Inmediatamente después se pidió a la Administración el cambio de
peticionario de la concesión de la presa de Jándula y la
canalización del Guadalquivir. Tras los dictámenes favorables,
Canalización y Fuerzas pasó a figurar como solicitante en el
expediente iniciado por Mengemor en 1919. |
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6. DOS DESTINOS MUY DIFERENTES |
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El Decreto del 29 de abril de 1925 otorgaba a
Canalización y Fuerzas del Guadalquivir la concesión de once
saltos en este río, así como la explotación eléctrica dé la
presa de Jándula. Sé establecían asimismo las condiciones de
ejecución de las distintas actuaciones.
Pero un destino muy distinto iba a acompañar a unos y otros.
Mientras Jándula se convertía en la "perla" de Canalización y
Fuerzas, los saltos sobre el Guadalquivir se convirtieron en su
gran problema.
Jándula llegaría a convertirse en una de las actuaciones
presísticas españolas más sobresalientes por su belleza,
mientras que de la navegabilidad del gran río andaluz nos queda
el proyecto y sólo dos del total de saltos previstos. |
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